¡Recuerda, soy tu cliente!
- Gonzalo Dávalos
- 14 sept 2020
- 2 Min. de lectura
¿Por qué es importante que me traten bien? En un ambiente tan competitivo, donde la calidad del producto, la entrega del mismo, sea en un local o en casa, la estrategia comunicacional, con promociones tan parecidas que de pronto confunden y un precio que se convierte en el estímulo adecuado para la toma de decisión, cada vez son más parecidas.
¿Con qué se compite para emocionar a un cliente?, ¿Qué experiencia se tiene como expectativa?, ¿Son las propuestas de valor las más adecuadas y apropiadas para lograr encantar a los clientes, que con tanta oferta cada día nos volvemos más exigentes…
Lo complicado de responder a estas interrogantes, se convierte en el arte de los prestadores de servicios, de encontrar la fórmula o mecanismos adecuados, para cumplir con tantas expectativas generadas. Por lo tanto, comprender y analizar el comportamiento de consumo, es la esencia del verdadero giro del negocio.
Vivimos en una era del conocimiento, que a través de la tecnología podemos comunicar todo lo que nos pasa. Por eso se vuelve peligroso que nos traten mal, las redes sociales son el mecanismo de mayor influencia a un comentario de nuestro estado emocional ante un trato inapropiado.
Para comprender que parámetros los clientes regularmente evaluamos; los prestadores de servicios deben tener claro que su “estado de ánimo”, es el principal reflejo de la imagen apropiada, que, con una motivación adecuada y permanente, los resultados pueden ser placenteros al gestionar correctamente un buen “servicio al cliente”.
Los indicadores de gestión de servicio que se deben tener en cuenta son: Amabilidad, al ser cortés y servicial. Atención personalizada, directa que toma en cuenta las necesidades, gustos y preferencias particulares del cliente. Rapidez en la atención, la entrega del producto y la atención oportuna a sus consultas o reclamos. Ambiente agradable, acogedor en donde el cliente se siente a gusto. Comodidad que se le brinda al cliente. Seguridad que se da al cliente. Higiene en el local y en los trabajadores.
Una empresa o negocio brinda un buen “servicio al cliente” cuando ha trabajado en varios de estos factores, tratando a sus clientes con amabilidad y personalizadamente, con rapidez, en un ambiente agradable, haciéndoles sentir cómodos y seguros. Entonces el enfoque es el adecuado. Recuerda, soy tu cliente.
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